“Los niños de
hoy son probablemente la generación más sofisticada que jamás haya existido”.
Richard Gerver.
Los profesores de hoy en día deben de tener el valor
de luchar por su pasión, por hacer lo adecuado para sus niños. Actualmente, los
niños de hoy en día no se parecen a los de varios años atrás. Cuando nacemos
somos exactamente iguales, pero las condiciones y el entorno en el que se
desarrollan los niños de hoy y se desarrollaron los niños del pasado son dos
mundos distintos.
Antiguamente, la gente crecía en comunidades
pequeñas y aprendían de sus padres, de maestros, de personas de la misma
comunidad y también de libros. Sin embargo, a los niños de hoy en día se les
bombardea de una forma excesiva con experiencias, información y conocimientos
que en muchos de los casos no les motiva a seguir el curso de la clase ya que
no les interesa. Estos niños saben más cosas, pero no por ello quiere decir que
sean más listos.
Una vez acabada la rutina de clase del día a día,
los niños vuelven a sus casas sabiendo que aprenden más de sus amigos y de las
redes sociales que del aula. Estos niños no tienen, por así decirlo, la
obligación de necesitar el continuo apoyo por parte de los profesores porque
aprenden de una forma más entretenida a través Internet y de la interacción de
unos con otros que de la forma en la que enseña el profesor.
Hoy en día los alumnos se dan cuenta de que lo que
los profesores enseñan en las aulas no les sirve en el exterior, por lo que
será necesario que dichos profesores actúen de una forma interdisciplinar a la
vez que disciplinar. Estos profesores se han centrado más en intentar conseguir
que todos los niños alcancen unos determinados objetivos juntos que en que
dichos niños aprendan a través de la experiencia y del momento. Por ello, esta
puede ser una de las causas por la que los niños que no ven un determinado
aliciente en seguir su curso escolar, deciden abandonar los estudios ya que no
les apasionada nada de lo que están haciendo.
Una creación actual son las denominadas aulas
inteligentes, las cuales consisten en un aprendizaje social y emocional
conjuntamente. La creación de estas aulas se construyen con el objetivo de
integrar dentro de los trabajos académicos el trabajo de actitudes sociales y
emocionales para que los niños puedan tener un pensamiento crítico acerca de lo
que les rodea.
Debemos ser conscientes de que desde muy pequeño al
ser humano le gusta aprender. Los niños, sobre todo en el principio del inicio
de su trayectoria educativa disfrutan aprendiendo. Esta manera de
aprender es la mejor forma de que los procesos de adquisición de la información
tengan éxito. Los alumnos se mantienen de una forma más receptiva a recibir
conocimientos cuando estos son explicados de una manera más positiva y
estimulante. Ellos mismos son los que día a día quieren conocer nueva información
acerca de lo que les rodea y se mueven para conseguirlo.